Un secreto, dos secretos, tres secretos

08 junio 2022

Pocas cosas más estimulantes que acceder a un secreto. Desde el momento en que se nos confía uno de manera privada o llegamos a él por azar u otros vías indirectas, o cuando se destapa uno que afecta a la opinión pública, algo cambia en nosotros, nos reconfigura, aunque sólo sea por unos instantes, si bien también los hay que nos transforman por completo la existencia. La buena ficción policial maneja el secreto -que con mucha frecuencia es sinónimo de intriga o de suspense- con astucia y cautela porque su revelación necesita ser gradual y, una vez llevada a cabo, exige estar a la altura de las expectativas generadas. Este preámbulo viene a cuento porque Alicia G. García hace un uso extraordinario de este recurso de la verdad enterrada o sustraída temporalmente al conocimiento del lector en El secreto de Erna.

Una niña sentada en el borde de un camino con un profundo tajo en su mano izquierda y la mirada perdida, tan inmóvil que sólo las subidas y bajadas de su pecho constituyen una fe de vida. Los interrogantes se disparan. ¿Quién es? ¿Cómo ha llegado hasta ahí? ¿Qué le ha producido el corte? ¿Su afasia es producto del shock, de algún trauma, pura timidez…? Detrás de todas estas dudas hierve un gran secreto y la misión de la autora es atraernos hacia él para, una vez tenernos como rehenes, ofrecernos piezas sueltas del rompecabezas, pequeñas y deslavazadas al principio, ganando en tamaño y generando ensamblajes sorprendentes a medida que avanza la acción.

Pero el talento, o la osadía de la escritora, es que no se contenta con un único secreto sino que ejecuta un triple salto mortal, complementado el central con otros dos no menos seductoramente angustiosos. Hay uno que multiplica las preguntas y el morbo por saber: ¿qué drama esconde el niño cautivo que irrumpe en el capítulo siete?, ¿de dónde sale?, ¿a qué tiempo pertenece?, ¿cómo se relaciona su historia con la trama principal?... Antes, sin embargo, ya nos han aguijoneado con otro misterio: ¿qué hubo en el oscuro pasado de la inspectora Olivia Garrido que justifique un comportamiento tirando a perturbador y hasta qué punto explica su traslado a la policía de Gijón?

El secreto de Erna es el trayecto de la oscuridad a la luz tanto de algunos de sus personajes como de los propios lectores, los primeros intentando poner orden a sus vidas desde la comprensión de sus duras trayectorias personales y la sanación de sus heridas, los segundos descubriendo quiénes son y de dónde vienen este conjunto de individuos, paso previo a la generación de empatía.

En otro orden de cosas, una novela comprometida con la reflexión y la denuncia, que realiza un tratamiento hipersensible de la infancia y que conduce las tensiones y dinámicas de las parejas de policías antagónicas por territorios que este editor/lector no había transitado jamás.

Antonio Lozano, editor de Serie Negra

Compartir

Síguenos