MARTIN BECK, la serie
Cuando se casaron, Maj Sjöwall y Per Wahlöö concibieron una serie de novelas con una brigada de policía como centro neurálgico. Wahlöö había traducido al sueco previamente alguna novela del famoso Distrito 87 de Ed McBain, autor que sin duda sirvió de inspiración al matrimonio, pero ellos dieron un paso más allá. Ofrecieron un conjunto narrativo aún más realista, que acabó modernizando el género. Iban a dejar a un lado a los superdetectives infalibles, para ofrecer un cuadro del trabajo en equipo, que en ocasiones naturalmente fallaba.
Antes de ponerse manos a la obras, definieron las líneas maestras del proyecto y no se movieron ni un milímetro de ellas. Iban a ser exactamente diez novelas, cada una de las cuales iba a tener treinta capítulos e iban a ver la luz anualmente. El proyecto se iba a denominar La Historia de un Crimen. El nombre en singular («crimen» y no «crímenes») obedecía a un doble significado con el que pretendían también denunciar el mal funcionamiento del sistema, lejos de la idílica imagen que daba Suecia en la década de 1960.
Desde que las novelas vieron la luz, Sjöwall y Wahlöö se convirtieron en dos de los autores más importantes de la literatura negra europea. Puede decirse, sin temor a cometer un error, que la novela negra escandinava tiene el estatus que tiene gracias a esta pareja.
MARTIN BECK, los personajes
Si bien Martin Beck es el personaje principal de las diez novelas escritas por Sjöwall y Wahlöö, no hay que olvidar que esta es quizá la mejor serie policiaca coral que ha existido jamás. Es necesario, pues, presentar a varios de los principales personajes para hacerse una idea de la riqueza que supone el conjunto de estas revolucionarias obras.
Martin Beck: es el encargado de llevar el peso de las investigaciones policiales. Tiene la paciencia suficiente para darle vueltas a todas las piezas del puzle hasta que encajen. Incluso cuando parece que no pertenecen al puzle. Nunca se muestra contento, seguramente porque su vida personal es muy insatisfactoria. Padece del estómago, fuma mucho y come mal. Su vida de casado con dos hijos cambia a lo largo de la serie, ya que se acaba divorciando y relacionándose con otra mujer. Es el mejor organizador posible para un equipo como el de la Brigada de Homicidios.
Sten Lennart Kollberg: uno de los colaboradores más afines de Beck. De ideas socialistas, se cuestiona muchas de las actuaciones y los procedimientos de la policía, y se niega a llevar arma de fuego desde que otro compañero tuvo un accidente. A lo largo de la serie se casa y podemos ver cómo su familia crece.
Gunvald Larsson: un excéntrico personaje de carácter difícil pero excelente compañero a la hora de enfrentarse a situaciones extremas en las que la fuerza bruta es un valor a tener en cuenta. Gracias a su familia acomodada, viste ropa cara y disfruta con los coches deportivos.
Einar Rönn: uno de los miembros más eficientes de la Brigada de Homicidios, aunque carece por completo de imaginación. Sobrio, originario del norte y muy apegado a su mujer, se le puede reconocer por su nariz, siempre colorada.
Fredrik Melander: un hombre de memoria prodigiosa y muy capaz, aunque no está muy dispuesto a hacer horas extras. Sin embargo, tiene algunas obsesiones que lo convierten en un personaje pintoresco.
Evald Hammar: el superior de Martin Beck hasta el ecuador de la serie. Un hombre con mano izquierda, que sabe lidiar con las tensiones internas y externas.
Stig Malm: el sustituto de Hammar después de retirarse este es muy diferente a él y crea una atmósfera diferente. Burócrata presumido es incapaz de dotar de fluidez a las operaciones que lleva a cabo la Brigada de Homicidios.