JACK REACHER, la serie
Jim Grant se había pasado media vida trabajando en la tele (en la inglesa Granada Television) desempeñando mil y una tareas detrás de las cámaras. Había vivido la época dorada de las series británicas hasta que, a los cuarenta años, le despidieron. Era el momento de replantearse qué hacer con su futuro y decidió que quería intentar hacer algo que realmente le llenara. Al menos probarlo una vez. Lector voraz, desde siempre había fabulado con historias fantásticas que se salían fuera de lo común. Así que Grant decidió que escribiría una novela para ver qué tal se le daba. Y tenía claro que quería contar algo espectacular y muy entretenido que enganchara a cuantos más lectores mejor. La decisión estaba tomada. Se encerró y no paró hasta acabar Zona peligrosa, que publicó en 1997 con el seudónimo de Lee Child. Casi de inmediato, la novela se convirtió en un éxito en Estados Unidos. Había nacido un escritor con mayúsculas. Y había nacido Jack Reacher.
Para Child, Reacher era un hallazgo en su sencillez. Era un investigador que le daba la vuelta a los parámetros en los que se movían los detectives clásicos y funcionaba a la perfección. Lo recuperó para protagonizar su segunda novela, y la tercera, y la cuarta… hasta llegar a las (de momento) veintitrés actuales. Dotado de una capacidad nada habitual para narrar historias trepidantes, Child ha centrado toda su carrera literaria en Jack Reacher. ¿Para qué iba a abandonarlo si demuestra estar en una forma excepcional? Sin duda, Reacher es el hombre.
JACK REACHER, el personaje
Un hombre solitario baja de un autocar. Ha decidido quedarse un par de días en una ciudad en la que no ha estado nunca por el simple hecho de estar allí. El tipo es grande, muy grande. Debe de medir casi dos metros y pesar más de cien kilos. Se nota que está en forma. Lleva el pelo muy corto y tiene ojos azul claro. No lleva equipaje. Ha entrado a una tienda a comprar ropa: una camisa, unos pantalones y ropa interior. Se cambia allí mismo y las prendas que llevaba al llegar las tira a un cubo de basura. No es la primera vez que lo hace. Ni la última. Le gusta no tener posesiones ni apegarse a nada. Es su forma de sentirse libre. Mientras pasea no se le escapa ni un detalle de lo que pasa a su alrededor. Siempre está alerta, tiene una memoria entrenada y deduce con rapidez. Su nombre es Jack Reacher.
Reacher es exmilitar. Nació en Berlín, en la base militar en la que estaba destinado su padre. Toda su infancia y su juventud se la pasó en enclaves del ejército rodeado de soldados, así que era inevitable que él mismo se alistara. En el ejército se dieron cuenta muy pronto de sus aptitudes para luchar y para pensar. Para él, parecía lógico acabar en la Policía Militar, donde investigaba delitos y crímenes que afectaban al entorno castrense. Reacher llegó a ser comandante de un grupo de élite, pero se hartó de seguir unas normas que no eran las suyas y abandonó el ejército. Desde entonces vive el momento, sin preocuparse de nada más.
Dejando a un lado a algunos amigos de confianza a los que no ve casi nunca, está solo en esta vida. Tanto su padre, como su madre y su hermano están muertos. A estos dos últimos los conocemos en El enemigo, primera novela de la serie en la que Child da un salto al pasado para contar una historia de la época en la que Reacher aún es soldado. Su madre es francesa, por lo que Reacher habla un francés fluido (también un español aceptable).
Así, sin vínculos ni posesiones, Reacher simplemente vaga y, de vez en cuando, se tropieza con algunos problemas. A veces es a pesar suyo, a veces se mete voluntariamente, cuando cree que algo es injusto o necesita de su intervención, pero su objetivo siempre es resolverlos. Su método puede ser tanto expeditivo como cerebral. Normalmente es una combinación de ambas cosas. A Reacher le sobran las condiciones para resolver tanto enigmas como una buena pelea.