Una novela de barrio de Francisco González Ledesma
(…) sigue escribiendo como si fuera un joven rabioso. Continúa apaleando los molinos. Ha pescado un segundo aire que da miedo. Sus historias cada vez cruzan mejor ese sutil puente entre el pasado y sus heridas y el presente y sus descaros. No pudieron doblarlo en el pasado, no han podido integrarlo en el presente. Es uno de los grandes. Es entrañable. Amigo, compañero, colega, justiciero camarada, Paco. (Paco Ignacio Taibo)
Francisco González Ledesma se convierte en el ganador del I Premio Internacional RBA de Novela Negra con Una novela de barrio. La nueva aventura del inspector Méndez se ha ganado la confianza del jurado entre un total de 180 obras presentadas en la primera edición del premio provenientes de España, Argentina, Estados Unidos, el Reino Unido, México, Puerto Rico, Colombia, y otros países de América Latina.
El premio tiene un único ganador que además de la publicación de la novela obtendrá 125.000 €, lo que convierten a este premio en el mejor dotado del mundo en este género. De este modo, RBA cumple con el objetivo de normalizar y prestigiar la novela negra que pese a tener una gran cantidad de lectores siempre se ha visto menos valorada por la crítica.
El Premio Internacional de Novela Negra RBA ha nacido, pues, con la ambición de convertirse en un clásico de prestigio y cuya novela ganadora sea uno de los libros más esperado del otoño.
González Ledesma, la España de las sombras
Francisco González Ledesma nace en Barcelona, en 1927, en el Poble Sec, barrio proletario en la falda de la montaña de Montjuic. Empieza a escribir a los doce años, y a los quince a malvivir de la escritura gracias a su tío, Rafael González Martínez, que no sólo comparte con el joven Francisco su biblioteca y su interés por la literatura, sino que pronto acaba encargándole guiones de cómics.
Con el dinero que obtiene de esta labor se paga los estudios de derecho, carrera que acaba en 1950, cuando entra como pasante en un conocido despacho barcelonés. Sigue escribiendo y comienza a estudiar periodismo. Y aunque como joven jurista llegará a recibir el reconocimiento del “Premio Roda Ventura", al abogado con mayor crédito moral de Cataluña, sus desavenencias con el régimen franquista acabarán en parte minando su vocación de jurista.
En 1948, con apenas 21 años e innumeras obligaciones, se presenta al Premio Internacional de Novela, fundado por el editor José Janés. Resulta ganador del premio, otorgado por un jurado entre el que se cuentan Somerset Maugham y Walter Starkie. Sin embargo, la novela no se publica en España por cortesía de la censura franquista, que tacha al autor de ‘pornógrafo’ y ‘rojo’.
Ledesma pasa a trabajar en la editorial Bruguera donde, como muchos escritores de su generación, colabora a destajo y en condiciones poco felices, pero donde también dice haber aprendido el oficio novelístico. Bruguera publica novelas populares de acción, del Oeste, policíacas. Y Ledesma las escribirá durante quince años, en los que se convierte en Silver Kane, pseudónimo con el que publica una obra del Oeste a la semana. Como ‘negro’, será el autor de unas cuatrocientas obras.
Su segunda novela, Los Napoleones, del año 1964, obtiene la misma apreciación por parte de la censura que la primera, aunque se publica en 1977, acabada la dictadura.
Cuando entra en vigor la Nueva Ley de prensa, González Ledesma abandona definitivamente la práctica del derecho para dedicarse al periodismo con la esperanza de que esta nueva legislación le permita lleva a cabo una labor digna. Se inicia en El correo catalán, y acabará siendo redactor jefe de La Vanguardia.
En 1983 resulta finalista del Premio Blasco Ibáñez con Expediente Barcelona, la primera de sus novelas en las que aparece el Inspector Méndez, un sujeto que actúa a contracorriente, que descree de la ley y de la bondad de todos los seres, pero cree en la justicia y no deja de ser un humanista. Méndez, junto con la ciudad de Barcelona y los cambios que ésta irá sufriendo a lo largo de la carrera del policía, vistos a través de su propia memoria y la de los personajes que irá encontrando a lo largo de la serie, conforman el centro de lo que podría considerarse una poética y no sólo una temática.
En 1984, el autor, incesante, publica no sólo otra entrega de la serie de Méndez, Las calles de nuestros padres, con la que se consagra el personaje, sino que obtiene el Premio Planeta con Crónica sentimental en rojo, una historia de amor, sangre y dinero.
La dama de cachemira, Historia de Dios en una esquina, El pecado o algo parecido y Una novela de barrio, ganadora de la primera convocatoria del Premio Internacional de Novela Negra RBA, son por el momento los demás títulos de la serie Méndez. Pero en el mismo género cabe incluir 42 Kilómetros de compasión, Cine Soledad y Tiempo de venganza.
Su novela Expediente Barcelona fue traducida y publicada por la prestigiosa editorial francesa Gallimard, lo cual le proporcionó un prestigio y éxito editorial en Francia muy superior del que goza en España, y hasta ahora sus novelas han aparecido publicadas en el país vecino antes que en el propio. Bajo pseudónimo (Enrique Moriel) ha escrito recientemente La ciudad sin tiempo.
Francisco González Ledesma no sólo ha obtenido premios literarios como los mencionados y, en dos ocasiones, el premio Mystère a la mejor novela extranjera publicada en Francia por La Dama de Cachemira (1989) y Cinco mujeres y media (2007), además de los que pueden hallarse más abajo en la relación de su obra, sino también numerosos reconocimientos por su labor como abogado y periodista.