No es la primera vez que el país vecino reconoce el talento de Aro Sáinz de la Maza con elogiosas críticas a sus novelas y a su carismático protagonista, Milo Malart. En esta ocasión, Sáinz de la Maza acaba de ser seleccionado por el jurado de uno de los premios más importantes de Francia: el Premio de Novela Policiaca, por su novela El ángulo muerto (Les Muselés) en la categoría de autores extranjeros, junto a nombres como Andrea Camilleri, Zygmunt Miloszewski o Alex Berg.
El ángulo muerto: la novela
Milo Malart se enfrenta a dos asesinatos y una macabra matanza de perros en Barcelona. Como telón de fondo, una ciudad estigmatizada por los estragos de la crisis, el paro y la corrupción.
«Esa era la verdadera tragedia: que la incompetencia de los gobernantes iba a destrozar una generación, arrebatándoles el futuro».
Tras el éxito en España y Francia de El asesino de La Pedrera, vuelve el inspector Milo Malart, dispuesto a no dejar títere con cabeza. Una novela negrísima que muestra lo mejor y lo peor de una sociedad ahogada por sus éxitos y sus frustraciones.
Con El ángulo muerto, Aro Sáinz de la Maza se confirma como uno de los grandes autores de la novela negra mediterránea.
El autor
(Por Sebastià Bennasar)
Una de las personas que mejor conoce el mundo de la edición en España es Aro Sáinz de la Maza (Barcelona, 1959). Pero no en el sentido que muchos de vosotros imagináis. No es propietario de ningún sello editorial, sino un hombre con muchas tablas en este mundo, que ha realizado muchos trabajos de edición de textos en el sentido americano del vocablo. Desde hace dos novelas ha entrado por la puerta grande en la casa de la novela negra española –aunque sus mayores reconocimientos han llegado vía Francia, como tantas cosas buenas de los últimos tiempos-. Debutó con El asesino de la Pedrera y volvió a traernos a Milo Malart en El ángulo muerto una novela negrísima que desgarra el alma de los lectores como sólo pueden hacerlo los grandes libros. Estuvimos hablando mucho más rato, pero esto es lo que queda de la entrevista con este hombre enjuto, de sempiterno gorro de lana.